La técnica pomodoro es un sistema, valga la redundancia, de gestión de tiempo, el cual tiene por fin mejorar la productividad, cualquiera sea el trabajo que se realice.
Fue inventando por Francesco Cirillo a finales de los años 80`s.
Básicamente se trata de utilizar un temporizador para dividir cualquier actividad en intervalos regulares de 25 minutos, seguida, cada una, de intervalos de descanso de 5 minutos. Los intervalos de trabajo se llaman pomodoros. Cada cuatro pomodoros se efectúan pausas más prolongadas.
Mecánica de la Técnica Pomodoro.
Simplificando la explicación superior, esta técnica está conformada por cinco etapas:
1.- Planeamiento. 2.- Anotación. 3.- Registro. 4.- Proceso. 5.- Visualización.
1.- Decides la actividad que realizarás.
2.- Pones el temporizador programado para que suene a los 25 minutos.
3.- Trabajas en la actividad de manera intensa, sin distracciones y totalmente enfocado, hasta que el temporizador suene. Haz una marca para que tengas en claro qué pomodoro has completado.
4.- Tomas la pausa correspondiente de cinco minutos. Puedes leer algo, caminar, tomar una ducha, un café, etc., cualquier cosa que despeje tu cabeza y la aleje de la actividad que estás realizando.
5.- Efectúas el siguiente pomodoro, y repites la operación explicada en los pasos anteriores. Cada cuatro pomodoros te tomas una pausa más extendida.
¿Para qué puede servirte este sistema?.
Pues sus beneficios son múltiples. Teóricamente, las pausas regulares, y el hecho de entregar un resultado eficaz frente al tiempo que se nos acaba, agilizan los procesos mentales y su calidad.
Además, el prevenir el hacer multitareas, provoca que la focalización sobre una sola actividad sea mayor y sostenible.
Este sistema pomodoro se relaciona con conceptos usados en el desarrollo de softwares, como el timeboxing y el desarrollo iterativo e incremental. Ambos apuntan en la dirección del desarrollo ágil de las ideas y los conceptos.
En equipo: técnica pomodoro a pares.
Esta técnica también puede usarse en equipos de dos personas, que es lo más recomendado.
Si una pareja de compañeros efectúa el mismo trabajo, bajo la estructura del sistema pomodoro, mejoraría la calidad, la productividad y la creatividad de la tarea pues ambas personas estarían focalizadas en el mismo objetivo. Además, se reforzaría el concepto de trabajo en equipo, concepto más que importante para cualquier empresa que desee crear una buena atmósfera de trabajo.
Lo más parecido a un juego.
Esta técnica ayuda a «gamificar» el trabajo, es decir, a que se vuelva un juego, haciéndolo más divertido y didáctico.
Bajo este punto de vista, los pomodoros se verían como etapas o niveles a cumplir, y los descansos como merecidos premios ante tales eventualidades.
¿Quiénes la utilizan?.
Muchos programadores, escritores, artistas, creativos en general, deportistas, estudiantes, etc., utilizan este método para mejorar sus resultados inmediatos.
En este punto se hace necesario mencionar que dependiendo de tu labor (cualquiera de las anteriores u otras), puedes reducir o aumentar la duración de los pomodoros.
Algunos profesionales prefieren programar su trabajo con pomodoros de 10 minutos. Otros, en cambio, los extienden hasta 30 minutos. Así también, puedes extender el periodo de descanso dependiendo de la intensidad de la tarea.
Últimas cuestiones.
Poner en ejercicio esta técnica, en un comienzo no es sencillo, pues significa cambiar hábitos, y como sabrás, estos se arraigan en nuestro comportamiento.
Lo mejor es que adaptes esta técnica a tus necesidades, a tu propia concepción de focalización, pero siempre respetando la configuración del sistema en general, es decir, periodos de tiempo y descanso regulares.
Lo más recomendable es que comiences con pomodoros más extensos y distendidos, más libres, para que no te esfuerces sobremanera en un comienzo. Luego puedes ir ajustándolos hasta llegar a algo parecido a los 25 minutos.
Si pones en funcionamiento la técnica pomodoro, verás cómo tu productividad mejora y tu trabajo se hace más llevadero.